Comapedrosa, Incles, Sorteny y Madriu. Descubrimos el patrimonio natural de los valles andorranos a través de sus itinerarios ecoturísticos.
Experimentar la montaña en estado puro y disfrutar de la gran diversidad de paisajes que ofrece Andorra. Ese es el objetivo.
En el Parque Natural del Comapedrosa nos sorprenden lagos, cascadas, fuentes y un imponente paisaje de alta montaña dominado por la cumbre más alta del Principado. Eso es Comapedrosa. Un espacio único rico en fauna y flora típicas de las zonas alpinas y subalpinas, con especies raras a nivel pirenaico, europeo o incluso mundial, que se puede descubrir cómodamente a través de su red de senderos y refugios. Las excursiones que exploran la zona son variadas, con dos recorridos de nivel fácil, de aproximadamente dos horas, alrededor del río Pollós y por el Pla de l’Estany, y otros para los más expertos hasta el pico del Comapedrosa.
En el extremo noreste del país, en la parroquia de Ordino y rodeado por los municipios de El Tarter y Soldeu, está el Valle de Incles, el más extenso del Principado de Andorra. Su peculiar aspecto en forma de “U” evidencia su origen glacial y algunos de sus espacios, más propios de los valles centroeuropeos, lo convierten en una visita obligada.Sus dominios esconden una gran variedad de animales, entre los que destacan la perdiz, la ardilla, la liebre, el tritón, el lagarto pirenaico, el corzo, la marmota o la marta; entre la flora encontramos abetos, pinos negro y rojo y álamos; y en los prados subalpinos encontramos ciénagas y pantanales. “Les aigües tortes del Siscaró” y “El recién llegado a Canillo, la marmota” son los dos itinerarios guiados por este Valle. Tienen un nivel medio y una duración aproximada de cinco horas, y nos llevan hasta parajes emblemáticos de Andorra.
El Valle de Sorteny pertenece a la parroquia de Ordino y es un auténtico paraíso botánico con más de 700 especies de flores y plantas, algunas únicas en los Pirineos. El lago del Estanyó, situado a 2.339 metros de altura, algunos marjales, las balsas y las zonas húmedas son áreas de gran interés ecológico. Un paraíso botánico que se puede descubrir acompañado por especialistas en flora que nos ayudan a descubrir el uso ancestral de las plantas de alta montaña y la vida tradicional en el valle de Ordino.Se puede disfrutar de dos itinerarios de nivel fácil: una ruta para conocer los pájaros, las mariposas y las zonas húmedas, y otra para disfrutar de los paisajes de circos glaciales y bosques viejos. También se organiza un itinerario de nivel medio para estudiar la fauna y flora subalpinas y alpinas de la zona con una duración de cuatro horas.
Otro de los itinerarios ecoturísticos más recomendables es el valle glacial del Madriu-Perafi ta-Claror (Andorra la Vella, Encamp, Escaldes-Engordany y Sant Julià de Lòria), Patrimonio Mundial por la UNESCO y un verdadero tesoro forjado a lo largo del tiempo gracias a la armonía entre la naturaleza y el hombre. Su diversidad de paisajes, las paredes de piedra seca, las bordas y las cabañas, los rebaños y la presencia ininterrumpida de la acción humana desvelan, sin discontinuidades ni alteraciones, períodos significativos de la historia de las personas. Con más de 4.247 ha y cotas hasta los 2.500 metros de altura, es uno de los parajes más sorprendentes de Andorra.Su fuente de riqueza principal es el agua del río que, a su vez, se alimenta de una gran variedad de lagos que hay dentro del círculo del glaciar del Gargantillar. Gracias a varias filtraciones, su fuerza acuática crea un depósito natural de agua termal de más de 60º C en Escaldes-Engordany.El itinerario por el valle glacial es de nivel medio, con una duración aproximada de 6 horas ida y vuelta. La Ruta de Fontverd descubre al visitante una gran riqueza cultural que le aproxima a la historia humana del Principado. Son un ejemplo espléndido las cabañas de pastores recientemente recuperadas de manera tradicional con el método de la piedra seca, así como los numerosos terrenos delimitados por muros que antiguamente habían sido huertos, bordas y zonas de pasto para los rebaños. Sea cual sea el itinerario que realicemos, es fácil encontrar ejemplos del paisaje cultural que ofrece este valle y que le han valido este reconocimiento internacional. En verano, no dejes de pasar una noche en alguno de los tres refugios que hay en el Valle.
